23 jul 2011

NADIE ESTÁ A SALVO DE LA IRRACIONALIDAD

Noruega es un país que ha visto alterada su tranquilidad y bienestar con un suceso que ha hecho estremecer no solo a sus ciudadanos, sino que la consternación ha trascendido sus fronteras. El primer atentado en la historia de este país nórdico ha dejado hasta el momento 92 víctimas mortales. Un coche bomba en Oslo, junto a las oficinas del Gobierno noruego, y poco después un tiroteo en una pequeña isla donde se iba a celebrar una reunión socialdemócrata. Los noruegos no podían imaginar que ellos serían también víctimas de la irracionalidad humana, de la irracionalidad de aquellos que utilizan la violencia para lograr fines políticos, de los que utilizan el nombre de la religión para cometer atentados terroristas o de sujetos que se dejan llevar por sus delirios. España sabe bien lo que es esa irracionalidad. Durante décadas hemos soportado los actos violentos de la banda terrorista ETA; sin embargo, el acto más atroz llevado a cabo en nuestro país fue el 11 de marzo de 2004, cuando diez explosiones casi simultáneas a primera hora de la mañana en cuatro trenes de Cercanías de Madrid causó la muerte a 191 personas y cerca de otras 2.000 resultaron heridas. Uno de los días más negros de la reciente historia de España. La sentencia de la Audiencia Nacional atribuyó la autoría a miembros de grupos terroristas yihadistas. El atentado en vísperas de unas elecciones generales condicionó el resultado de las mismas, ya que en un primer momento se relacionó con la intervención española en la guerra de Irak. Algunas lagunas en la investigación para esclarecer lo que realmente sucedió ese día desembocaron en un duro enfrentamiento político entre el PP y el PSOE.
El 11-S de 2001 ha sido una fecha que ha marcado la historia de este planeta. Fue la máxima expresión de hasta dónde el odio y la irracionalidad pueden llegar. Ese día una serie de atentados terroristas suicidas en Estados Unidos cometidos por la red terrorista Al Qaeda sembró el terror en todo el planeta. Las emblemáticas Torres Gemelas se venían abajo, el Pentágono también fue objetivo, cerca de 3.000 personas perdieron la vida y más de 6.000 resultaron heridas. Pero Estados Unidos también, y de manera quizá demasiado frecuente, sufre la tragedia por la acción de individuos que en su delirio personal son capaces de emprenderla a tiros con lo primero que se mueva. A comienzos de año un tiroteo en el Estado de Arizona contra una congresista estadounidense acabó con la vida de seis personas, entre ellos una niña y un juez. El presunto autor de los disparos fue un joven de 22 años de edad.
Reino Unido vivió también su día trágico. El 7 de julio de 2005 cuatro explosiones paralizaron el transporte público de la capital británica. En los ataques fallecieron 56 personas y cerca de 700 heridos. La organización terrorista Al Qaeda asumió la autoría de los atentados. El atentado más grave en territorio británico desde los 270 muertos del cometido en el vuelo 103 de la Pan Am que se estrelló en Lockerbie, en Escocia, tras el cual estaba Libia.
Brasil conoció este año su primera matanza escolar. Un ex alumno irrumpía en su antiguo colegio para matar a 12 estudiantes. El país quedó conmocionado por este suceso, el primero de estas características en el país sudamericano. También en un centro escolar en el sur de Alemania se produjo la matanza en 2009 de 17 estudiantes por parte de un joven de 17 años. En 2007, otro país nórdico, Finlandia, quedaba conmocionado por la muerte de siete estudiantes y la directora del centro a manos de un joven de 18 años. Un año más tarde, también en Finlandia, nueve jóvenes y un profesor fueron asesinados también en un centro escolar. A finales de 2009, en un centro comercial finlandés, un hombre de 43 años, que se suicidó, disparó a discreción matando a tres personas después de haber matado a su mujer en el domicilio de ambos.
Qué decir de la masacre acontecida en un colegio de la ciudad de Beslán, en Osetia del Norte, Rusia, con 370 muertos, de los cuales 170 eran niños, después de que un grupo de terroristas musulmanes, chechenos e ingusetios, asaltasen el colegio. También en Rusia, habituada a los atentados de los chechenos para exigir la independencia de su territorio, se produjo la muerte de 42 terroristas chechenos y más de 100 rehenes en un teatro moscovita tras la irrupción de las tropas rusas en el interior del edificio.
Lo más común para occidente es ver cómo los atentados indiscriminados se producen en países como Afganistán, Irak, Pakistán, incluso en la India, donde la ciudad de Bombay ha sido escenario en varias ocasiones de atentados que han dejado un importante número de víctimas. Pasan a ocupar la información diaria en los medios occidentales y dependiendo del número de muertos, ocupa más o menos relevancia informativa.
Todo indica que en Noruega estamos ante la locura de un sujeto, ya identificado, al que se le vincula con la extrema derecha. La investigación está abierta y se verá si se corresponde con la acción de un solo individuo o con la participación de más sujetos desde las posiciones más radicales y xenófobas que puedan existir. Lo que se pone de manifiesto es que la locura y la irracionalidad no tienen fronteras.  

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