23 nov 2011

COALICIÓN CANARIA ANTE EL ESPEJO

Los resultados obtenidos por Coalición Canaria en las elecciones generales distan mucho de lo previsto por la formación nacionalista canaria que esperaba, gracias a su unión con Nueva Canarias (NC), a ampliar su representación en el Congreso de los Diputados, incluso con la posibilidad de obtener grupo parlamentario propio, aquellos cuatro diputados que en varias legislaturas tuvieron los nacionalistas. Quizá la aspiración era demasiado ambiciosa y la realidad de los votos ha servido para que CC se mire en ellos y vea cuál es su verdadera situación política. En las dos últimas elecciones autonómicas el cabeza de lista de CC lograba hacerse con el poder por medio de pactos que le otorgaban la mayoría para gobernar, pero nunca sin ser la fuerza más votada. En las elecciones de 2007, el PSOE de Juan Fernando López Aguilar lograba una amplia mayoría, pero insuficiente para gobernar en solitario. En aquella ocasión el pacto de CC, tercera fuerza más votada pero segunda en número de diputados, con el PP de José Manuel Soria, posibilitaba que Paulino Rivero fuese presidente del Gobierno de Canarias. La historia se volvió a repetir este año en las autonómicas. De nuevo CC no fue la fuerza política más votada, aunque obtuvo los mismos diputados que el PP, 21. La maniobra en esta ocasión fue pactar con el PSOE de José Miguel Pérez, machacado en lar urnas, para formar el gobierno que en estos momentos dirige la Comunidad Autónoma.

En Madrid, CC ha ido perdiendo progresivamente el apoyo de los votantes hasta los dos diputados de la pasada legislatura, que bien podría haberse convertido en uno en la que se iniciará en breve si no es por el acuerdo con la Nueva Canarias de Román Rodríguez. Tan solo seis meses después de las elecciones autonómicas y municipales, CC ha pasado de sentirse satisfecha con sus resultados a plantear una refundación del nacionalismo canario vía unificación de todas las fuerzas nacionalistas. Aunque más bien habría que afirmar que la refundación no sería del nacionalismo canario, como ha comentado la presidenta de la CC, Claudina Morales, y la que volverá a ser diputada en el Congreso, Ana Oramas, sino de Coalición Canaria como propia opción política. CC ha ido de la mano hasta el momento del Partido Nacionalista Canario (PNC) y, además, en las últimas elecciones autonómicas con el Centro Canario Nacionalista (CCN), curioso partido que ha ido en las generales junto con el PP. Asimismo, en la provincia de Las Palmas el nacionalismo imperante es el de Nueva Canarias, una escisión de CC con un planteamiento más de izquierdas. La confluencia de ese amalgama de siglas en una única fuerza política para Canarias es compleja en la medida de que las identidades de las dos primeras fuerzas que pueden comandar esa unidad, CC y NC, parten de una identidad diferente aunque en ambos estemos hablando de nacionalismo.

CC siempre ha estado ligada a una opción de centro derecha y fuertemente identificada desde sus orígenes con la provincia tinerfeña y, especialmente, a la isla de Tenerife. Por su parte, NC tiene una clara vocación de izquierdas y su electorado radica en la provincia de Las Palmas, especialmente en la isla de Gran Canaria. Superar esos dos escollos se me antoja complicado desde el punto de vista autonómico. Pero sí es cierto que esa ventana puede abrirse hacia el exterior, es decir, en unas elecciones generales donde lo que se juega no es el poder local, sino la representación del nacionalismo canario en la Península. El intento de este año no ha salido todo lo bien que esperaba CC, pero en la otra cara de la moneda, NC ha logrado colocar un diputado en Madrid.

Un análisis de estos resultados electorales tiene que tener en cuenta una serie de condicionantes. Los años de poder de CC en Canarias desgastan. Muchas legislaturas seguidas dan lugar a todo tipo de apreciaciones sobre el poder, más aún cuando, aunque legítimamente, da la impresión de que CC es capaz de pactar hasta con el diablo si con ello mantiene el poder. A ello unamos unas elecciones marcadas por la crisis económica con dos claros contrincantes sobre el papel: PSOE y PP. El seguidismo que CC ha hecho en muchas ocasiones de la política de José Luis Rodríguez Zapatero está claro que no ha sido entendido por los canarios. Incluso, de cara a la galería, algunas muestras de afectividad desmesurada por la portavoz de CC en el Congreso, Ana Oramas, han resultado empalagosas y bordeando el patetismo. Asimismo, es cierto que los canarios votamos diferente según estemos hablando de municipales, autonómicas o generales. Pero también cabe en este análisis errores de CC en la confección de las listas. La brillante idea de poner a Milagros Luis Brito, sorprendente decisión que nadie esperaba, como número dos por la provincia de Santa Cruz de Tenerife, no supuso un reclamo electoral, sino más bien un rechazo electoral.

La ahora interesada refundación del nacionalismo queda, por lo tanto, sometida a un profundo análisis de conveniencia. Pero conveniencia para quién, para Canarias, para los nacionalistas o para Coalición Canaria

21 nov 2011

LA PREVISIBLE MAYORÍA ABSOLUTA DE RAJOY

Como las encuestas avanzaban y la percepción ciudadana así lo indicaba también, el Partido Popular (PP) ha obtenido la mayoría absoluta en las elecciones generales con una amplia ventaja y los mejores datos de su historia. A la vez que el PP gozaba de una victoria sin precedentes, los socialistas, con su cabeza de cartel, Alfredo Pérez Rubalcaba, sufrían su mayor debacle electoral del periodo democrático español con tan solo 110 diputados, lejos incluso de las previsiones que manejaba el propio partido y que lo podían situar alrededor de los 120 diputados. La herencia socialista del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, junto a una campaña electoral con unos mensajes que volvían a incidir en errores pasados, ha puesto en bandeja el triunfo aplastante de los ‘populares’ en unas elecciones vistas desde Europa con especial atención. Cabe preguntarse si la victoria de Mariano Rajoy se produce por propio mérito o por demérito del rival. Lo cierto es que la mayoría de los ciudadanos han elegido un cambio y han castigado duramente a los socialistas, a quienes han hecho responsables de buena parte de la situación económica del país.

La sangría de voto del PSOE puede dar contestación a la anterior pregunta. Los votantes del PP son fieles a sus siglas y la variación al alza no es tan espectacular como lo es la pérdida de votos socialistas hacia partidos como Izquierda Unida o Unión Progreso y Democracia (UPyD). La estrategia socialista de intentar evitar la pérdida de votos por su izquierda no le ha salido bien, el descontento y la falta de credibilidad de un candidato venido del propio Gobierno ha pasado factura. Asimismo, el triunfo del PP ha estado acompañado de una celebración contenida, el futuro Gobierno de Mariano Rajoy tendrá una legislatura complicada, quizá de las más compleja de nuestra era democrática. La profunda crisis económica que vive el país con cinco millones de parados, la presión de los mercados internacionales y las condiciones establecidas por la Unión Europea para controlar el déficit público, obligará, sin duda, a tomar medidas drásticas que pueden hacer tambalear la concepción de lo que hasta ahora entendíamos por estado de bienestar. Y es que esta crisis debe suponer un cambio de mentalidad en la propia sociedad española ya que no podemos seguir evaluando la actual realidad con los modelos y parámetros de hace cinco o seis años.

Sin entrar en los orígenes de la crisis y de su gestión, la realidad que tenemos delante es la que es. El Gobierno de Zapatero se vio obligado a adoptar ciertas medidas por imperativo de la Unión Europea, el mismo imperativo con el que se encontrará Rajoy. La capacidad de libertad que tendrá el Gobierno de España para manejar la economía nacional sin que intervenga directamente consignas desde Bruselas es limitada, casi inexistente si la economía no da atisbos de mejoría y la crisis de la deuda no termina por controlarse. Europa está marcando los pasos a seguir y cada vez será más estricta en esos pasos. La encrucijada está servida. Obedecer sin rechistar o rechistar y vernos abocados a una situación límite que podría deparar un futuro incierto para nuestro país, incluso fuera de la eurozona.

Podemos cuestionar la política de Angela Merkel, empecinada en llevar la voz de mando en una Europa donde quiere que todos bailen al ritmo que lo hace Alemania, pero las alternativas no son muchas. España está en un escenario de debilidad y limitada para adoptar por sí una respuesta ante la especulación financiera sobre la deuda, responsabilidad sin duda de los gobiernos pasados, pero también de la dejación de una política económica europea que ha permitido ciertas incoherencias en su funcionamiento y que hasta ahora no ha dado con la solución a un problema que ha ido en aumento progresivamente hasta la situación actual. Grecia, Irlanda, Portugal, rescatados por la Unión Europea, e Italia y España en el centro de todas las miradas y sospechas ahora. Pero quién no descarta que otros países entren en el ciclón casi insaciable de los mercados cuyo objetivo parece ser la moneda europea. 

10 nov 2011

ANGUSTIA EN EL HIERRO

La situación entre los habitantes de El Hierro es de verdadera angustia por la incertidumbre que provoca el proceso volvánico que se está produciendo en la Isla y del que justo este 10 de noviembre se cumple un mes. Los técnicos llegan con sus predicciones hasta donde la ciencia en este campo puede llegar. Estamos ante un conocimiento que no es exacto y ante un fenómeno del que justo con esta erupción se comienza a recopilar datos que hasta el momento no se tenían registrados. Es la primera erupción submarina que se produce con posiblidad de ser estudiada por los científicos españoles y la limitación de no poder tener una observación directa de lo que bajo el mar de la La Restinga sucede, lo limita todo a la información que los diferentes instrumentos aportan. No podemos saber con exactitud el timpo que podrá durar esta crisis volcánica, la magnitud de la misma, si pueden producirse nuevos focos de erupción diferentes al que ya existe en el sur de la Isla, incluso en tierra, y otras series de cuestiones de estricto carácrter científico. A todo ello se le une los continuos movimientos sísmicos que en alguna ocasión han llegado a superar los 4 grados en la escala de Richter y que ha supuesto, entre otras medidas, el cierre del túnel de Los Roquillos, esencial para la actividad economíca del municipio de La Frontera.

El pueblo de La Restinga se ha convertido en un pueblo fantasma, con el acceso restringido a sus habitantes, comercios cerrados, calles vacías y una desazón constante entre los que han tenido que marcharse por la inseguridad de lo que pueda pasar. Las medidas adoptadas por las autoridades no son gratuitas. Un fenómeno natural del que no podemos precisar en qué momento exacto será peligroso para la población, requiere tomar medidas que pueden verse desde el exterior excesivas, pero que estoy convencido no se hacen sin valorar bien la situación y primar por encima de todo la seguridad de las personas. Los herreños a estas alturas son conscientes que ni los científicos ni las autoridades pueden darles certezas, sino aproximaciones de lo que pueda ocurrir.

Es difícil ponernos en el lugar de los herreños, solo una vivencia similar podría acercarnos a la agustia en la que viven un día sí y otro también. Pero por encima de todo, hay que destacar, dentro de lo grave de la situación, el civismo con el que los ciudadanos hacen frente a esta tragedia. Y no es demasiado decir tragedia porque en estos momentos la isla vive un drama social y económico, más allá del espectáculo que nos está ofreciendo la naturaleza. Por eso no entiendo algunos comentarios que he podido leer a pie de noticia en algunos medios digitales, de los cuales pongo algunos, textuales, que dejan entrever la insolidaridad y la incapacidad de ponerse en el lugar del otro que cada vez más predomina en nuestra sociedad:

"Y venga, a seguir repartiendo dinero en subvenciones a diestro y siniestro. Y además sin saber de dónde saldrá, ya habrá por ahí algún pringado que se deslome para pagar a tanto subvencionado. Ahora saldrán armadores, empresarios y pescadores hasta de debajo de las piedras".

"Precisamente por que me llevo buscando toda mi p..a vida las habichuelas sin que nadie me haya regalado nada estoy hasta los mismisimos de los que piden, piden y piden. Y para el que se la coje con papel de fumar ISLA-DEL-HIERRO ¿ Asi te gusta ? Y el que compara Haiti, Fukusima y Lorca es que no tiene ni p..a idea de lo que es eso. Esos sitios estan en una falla tectonica que se puede mover en 50 o 500 años y segun con que resultado. Pero hierro esta en la falda de un volcan en activo y se sabe que mas temprano que tarde eso se ira a paseo. Y no digo que no se les ayude, si no, que no EXIJAN ayudas".

"Y yo exijo que el gobierno pague mi hipoteca. Aqui todo le mundo exije. El gobierno es culpable de donde tu quieres vivir? Si vives en un sitio con riesgo de erupciones ya sabes a lo que te expones. Que estaba antes, el volcan o las casas?. El que quiera vivir en un sitio idilico, como es hierro, pero con el inconveniente de tener un volcan activo, que luego no exija".

Estos tres comentarios surgen a partir de las ayudas urgentes para minimizar los afectados de la crisis volcánica. Y está claro que ninguno de los tres comentarios se sostiene por sí. Ya no es solo la falta de solidaridad para con la región de España más alejada, sino la incapacidad para comprender la dimensión de lo que los herreños viven. Cómo nos pondríamos si nuestro negocio se hunde, nos dicen que tenemos que dejar la casa y un futuro plagado de incertidumbre por un tiempo indefinido. Cómo es posible que se argumente que el hecho de saber dónde vivimos y la elección de vivir en estas islas ya nos lastre para poder solicitar ayudas o perder derechos. El Gobierno del Estado ha concretado ayudas para El Hierro al igual que lo ha hecho hoy el Gobierno de Canarias. Por su puesto que hay que supervisar que esas ayudas lleguen a los afectados reales y que sean en la cuantía justa para ello. Ni más ni menos. Podemos criticar que las ayudas anunciadas hoy por el Gobierno de Canarias y que comenzarán a hacerse efectivas dentro de 10 días, se agilizan porque estamos en vísperas de unas elecciones generales, pero si por una vez el fin está por encima de la burocracia, bienvenido sea esa decisión.

Por otro lado, no me gustaría que comenzasen a generarse tiranteces entre los científicos que están realizando la labor de estudio de este proceso volcánico, miembros de diferenrtes organismos, pero todos ellos con un único objetivo: el estudio y análisis del volcán herreño, además del asesoramiento a las autoridades competentes para mantener informados a los ciudadanos. Comenzar a cuestionar el trabajo que cada uno realiza, lo único que podruce es confusión entre los herreños. De igual manera, la responsabilidad de los políticos debe estar a la altura de las circunstanias y palabras como las emitidas por el lider del Partido Popular en Canarias, José Manuel Soria, criticando la gestión de esta crisis por parte del Gobierno de Canarias, además de oportunistas, dentro de la campaña electoral, son absolutamente irresponsables, ya que el Gobierno de Canarias no hace otra cosa que aplicar las medidas oportunas atendiendo a la información que recibe de los espècialñistas en la materia.

No pongamos por delante los intereses particulares y partidistas en una situación tan seria como esta y que científicos y políticos hagan gala de la responsabilidad que se les presupone; así como la solidaridad y comprensión de todos.

8 nov 2011

RAJOY-RUBALCABA, EMPATE TÉCNICO



Buena parte de los medios de comunicación han dado un día después del debate entre los candidatos de las dos principales formaciones políticas con opciones de gobierno, PSOE y PP, Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy, la victoria a este último por escaso margen, en términos boxísticos diríamos que habría sido una victoria a los puntos. Pero como en todo debate de estas características, hay opiniones para todo los gustos. No cabe duda que para los militantes y simpatizantes socialistas el gran vencedor fue Rubalcaba, mientras que para los populares ni qué decir tiene que el vencedor claro fue Rajoy. Lo cierto es que uno y otro estuvieron en el papel que podría esperarse de ellos. Rubalcaba se mostró incisivo, agresivo e hiriente por momentos, su estrategia era clara: llevar a Rajoy al cuerpo a cuerpo, por seguir con símiles deportivos, como el equipo de fútbol que enreda el partido porque sabe que parte con desventaja ante su oponente. Rajoy, por el contrario, está claro que intentaba huir de esa posibilidad y se limitaba a seguir el guión preestablecido. El discurso de Rubalcaba se convirtió en un interrogatorio constante a Rajoy que, si bien pudo dar la impresión de arrinconar al líder del PP, lo que dejó de manifiesto es que Rubalcaba estaba adoptando el papel de oposición y daba por hecho que Rajoy era el vencedor de las elecciones.

El candidato socialista basó su argumentación en llevar contra las cuerdas a Rajoy utilizando el programa electoral del PP, pero poco habló del programa socialista salvo lo ya consabido de las tres o cuatro ideas que lleva diciendo en lo que va de campaña, entre ellas, el impuesto para las grandes fortunas o a las entidades bancarias. Por su parte, Rajoy no quería cometer errores, era el más que tenía que perder, y se limitó a no salirse del papel, nunca mejor dicho. La situación de Rubalcaba era difícil en la medida que había formado parte relevante de un gobierno responsable, en la parte que le corresponda, de la magnitud que la crisis económica ha cobrado en España, dejando tras de sí cinco millones de parados. Incluso tuvo a mal plantear más gasto público para la creación de empleo, en vez de facilitar medidas que reactiven la economía y sea ésta realmente la que sea capaz de generar nuevos empleos sin la ficción de puestos de trabajo que son, en cierta forma, subvencionados.

Rajoy, como era previsible, se remitió una y otra vez a la situación creada por los socialistas y recordó y recriminó a Rubalcaba que como miembro del Gobierno de España no llevase a la práctica esas medidas que tan bien le sentarán a la economía española. Lo dicho, cada uno en su papel. No obstante, es cierto que televisivamente el candidato socialista se mostró más contundente, incluso con un tono de voz más firme, y la estrategia de interrogar una vez tras otra al candidato popular daba la sensación de quien tenía la sartén por el mango era Rubalcaba. Escénicamente, como espectáculo televisivo, podríamos decir que Rubalcaba se impùso a Rajoy; pero haciendo un análisis de fondo, de argumentación, credibilidad, de realismo de la situación de nuestro país, el líder del PP aventajó a Rubalcaba. En definitiva, empàte técnico; ni para uno ni para el otro. Los ciudadanos tendrán que votar el próximo 20 de noviembre y dudo que este debate haya servido para influir en la decisión de muchos españoles. Hasta es posible que los indecisos lo estén aún más.

5 nov 2011

EUROPA A LA DERIVA


Esta semana Europa ha acentuado su crisis por la decisión del primer ministro griego, Yorgos Papandréu, de convocar un referéndum para que los griegos decidan si aceptan las condiciones que establece la Unión Europea para que el rescate se haga efectivo y Grecia no entre en bancarrota. Grecia se ha convertido en la piedra en el zapato de la UE, el grano en el culo que no deja de incordiar. La grave crisis económica, a la que ahora se le suma la política, es el peor escenario para lo que necesita la zona euro. El referéndum parece que finalmente no se va a celebrar. En su lugar se plantea el escenario inmediato de un gobierno de unidad entre todos los partidos del Parlamento heleno que ejerza de gobierno de transición hasta unas nuevas elecciones. La situación rocambolesca de anunciar un referéndum y luego desdecirse da muestra de los vaivenes políticos de una situación que está superando claramente a los supuestos líderes europeos.

Durante meses, incluso años, hemos asistido a numerosas reuniones de los líderes políticos que han sido calificadas a priori como trascendentales para el devenir de la economía europea y mundial. Visto lo visto, han sido trascendetales pero por lo nefasto que han sido las conclusiones y medidas adoptadas que han desembocado en la deriva absoluta en la que se encuentran los países de la Unión Europea y, especial, los de la Eurozona. Hemos presenciado reunones internacionales, cumbres del G20 donde incluso se ha venido a hablar de la refundación del capitalismo. Me gustaría saber hasta qué punto las conclusiones del G20 en Washington, en 2008, o las de Lóndres, al año siguiente, se han materializado, dos cumbres que fueron calificadas en su momento como cruciales para la economía mundial.

Es difícil entender como Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, que se han apoderado del protagonismo en liderar la actual Europa, personajes que supuestamente estarán rodeados de grandes mentes pensantes en economía, no hayan sabido dar con la clave o claves para, no solucionar, pero sí poner unas bases fiables para salir de la grave crisis que sufre el euro. La obsesión por salvar a Grecia está costando muy cara, y nada hace presagiar que la solución pase por los continuos rescates a la economía griega. Quizá las medidas a tomar sean otras y no haya arrojo político para tomarlas. Grecia está arranstrando a otros países de la Unión, entre ellos a Francia y Alemania, cuyos principales bancos han comprado grandes cantidades de deuda griega. Después de la condonación del 50 por ciento de la deuda griega, lo último que podía pensar Merkel y Sarkozy es que Grecia plantease un referéndum que en realidad era poner en manos de los griegos el querer o no continuar en el euro.

La actitud del Gobierno griego es incalificable. No cabe duda que contar con los ciudadanos es un principio democrático intachable, pero no si esa consulta se realiza cuando estás con el agua al cuello y quieres lavarte las manos como Poncio Pilato pasando la responsabiloidad a otros. El referéndum no hubiese estado mal cuando comenzó a rescatarse el país con los primeros miles de millones de euros y las condiciones que se establecieron. Las huelgas generales en Grecia son inumerables, el distanciamiento de los ciudadanos con la clase política es abismal; motivos suficientes para preguntar a la sociedad helena hace tiempo por su futuro ha habido. Un futuro difícil pero realista, seguir en el euro con las condiciones establecidas, o salir de él y las consencuencias dramáticas que tendría para país.

El futuro inmediato de Europa sigue siendo incierto. La recesión económica acecha de nuevo a los países de la UE, unido a la crisis de la deuda, nos deja un escenario complejo. El futuro de Grecia pasa por asumir el siguiente tramo del rescate, bloqueado de momento. Grecia podría entrar en bancarrota el próximo mes de diciembre. Las decisiones se tienen que precipitar y el tiempo no corre a favor precisamente. Italia ha pasado a ser también centro de atención en las últimas semanas. Tanto Bruselas como el Fondo Monetario Internacional supervisarán la ejecución por parte del Gobierno italiano de las medidas de ajustes exigidas. Por el momento, España parece burlar la presión de los mercados. Se dijo de España que iría después de Grecia e Irlanda. Cayó Portugal y se dijo que luego vendría España. Ahora es Italia quien está en el punto de mira y España sigue aguantando. Si podemos sacar algo positivo de nuestra situación, es que con casi cinco millones de parados, una auténtica tragedia para un país, y con un crecimiento económico que en lo que va de año solo es del 0,7 por ciento del PIB, España parece que se agarra a la épica y que con poco mejorar podemos comenzar a ver el final del túnel. Solo cabe esperar que así sea.