21 feb 2011

EN POCAS LÍNEAS (I)


Las protestas se acercan a Canarias

Las protestas en países árabes se recrudecen y las víctimas son cada vez más numerosas. En Libia, el régimen no duda en mostrar su dureza y el número de muertos en las últimas horas puede superar los 200. Uno de los hijos de Gadafi ha advertido, en la cadena estatal de televisión, que no permitirá el caos en el país. Su dedo índice, como el padre que reprende a su hijo, lo decía todo de la “pasta” con la que están hechos estos gobernantes y, por ende, el régimen que presiden.

En Marruecos se ha confirmado la muerte de cinco personas en los disturbios ocasionados tras las protestas de este domingo que exigían cambios democráticos en el país. Por su parte, el presidente yemení dice que un cambio de régimen “es inaceptable”. Al contrario de lo que sucedió en Túnez o Egipto, las manifestaciones y protestas pueden chocar en esta ocasión con una reacción por parte del régimen sin contemplaciones. Libia lo está haciendo ya.

Las consecuencias indirectas también se están dejando notar. Los inmigrantes ilegales tunecinos llegan por centenares a la isla de Lampedusa, en Italia. El petróleo sube su precio como consecuencia de la inestabilidad de la región. Las primeras movilizaciones en Marruecos ponen a Canarias atenta a lo que pueda suceder. Favorecida por el desvío de turistas desde Túnez y Egipto al Archipiélago, ahora es cuestión de observar con detenimiento los movimientos que pueden suceder a pocos kilómetros de las Islas. En periodos de tranquilidad política la inmigración irregular desde Marruecos a Canarias era una constante que con la crisis económica mitigó en cierta manera. Ahora, con esta nueva situación de incertidumbre, esperemos que Canarias no se convierta en una Lampedusa, en este caso para los marroquíes.

La responsabilidad de la banca

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha confirmado que los préstamos dudosos en España ascienden a 28.000 millones de euros, mientras que los inmuebles adjudicados se elevan a 44.000 millones de euros. La irresponsabilidad en los créditos otorgados por las entidades financieras en la época de “las vacas gordas” y el ‘boom’ inmobiliario ha lastrado al sistema y es en buena parte causante de alguno de los males que hoy en día vive nuestra economía.

Créditos concedidos muy por encima de las posibilidades reales que podía afrontar una familia; tasaciones por encima del valor real de la vivienda, acuerdos entre promotores y entidades bancarias para la creación de hipotecas a las que luego se subroga el comprador casi sin margen de maniobra. Muchas son las contradicciones del propio sistema que llevaron a la liquidación del mismo.

Como consecuencia directa, el sector de la construcción tal y como lo conocimos hasta ahora ha desaparecido. Los nuevos ricos a la sombra de la burbuja inmobiliaria se han convertido en deudores y en creadores de desempleo. Miles de personas, muchas de ellas sin formación que encontraban en la construcción un trabajo sin cualificación bien remunerado, ahora conforman el grueso de las listas del paro con un futuro más que incierto. Un dato: el 41 por ciento de los 11.728 parados registrados en Fuerteventura no han finalizado los estudios primarios.

Muere Carmelo Artiles

Carmelo Artiles, que fuera presidente del Cabildo de Gran Canaria, así como otros cargos en el Congreso de los Diputados y en el Senado, fallecía anoche en la capital grancanaria a los 65 años de edad. De él dicen quienes le conocieron y compartieron vida personal y política, que destacó por su humildad, trabajo y honradez. Un socialista que trabajó para servir al ciudadano y que dejó la política cuando consideró que era el momento. Un político que en su función pública buscó mejorar Gran Canaria y Canarias. Es fácil elogiar a alguien que ha fallecido, pero en este caso las buenas palabras no van cubiertas de hipocresía.

Hoy en día valores como la humildad, la honradez o la integridad no son fácilmente perceptibles en los políticos. Los ciudadanos contemplan como las ambiciones personales y las luchas partidistas, la corrupción y el tráfico de influencias son la nota común de la política y los políticos. Las últimas encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) lo indican, los políticos y la clase política, cada vez más desacreditada, es la tercera preocupación para los españoles, solo superado por el paro y la crisis económica.

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