16 jun 2011

UN GOBIERNO CADUCO EN LA CRECIENTE INDIGNACIÓN


Cada vez son más las voces, incluso dentro del propio PSOE, que consideran conveniente un adelanto de elecciones, aunque luego maticen todo lo que quieran. Pese a que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero mantiene que es su voluntad cumplir al completo los cuatro años de legislatura, es cierto que no se puede entender como una sentencia firme, ya que cuando se utiliza el término voluntad no hay nada que impida que dadas ciertas circunstancias esta voluntad pueda verse alterada. Y qué circunstancias pueden ser las que altera la voluntad de Zapatero, pues en él estriba la decisión final de convocar las elecciones. En primer lugar la falta de apoyos para sacar adelante los próximos presupuestos del Estado. Junto a esta premisa podemos situar la presión de Europa y los mercados para adoptar más reformas ante una desconfianza aún mayor en la gestión del Gobierno español en la crisis y que se ve reflejado en los índices de la prima de riesgo, alcanzando hasta los 260 puntos básicos. Además, si la intención de voto de los españoles castiga cada vez más al PSOE no sería de extrañar que decida parar la sangría de votos para minimizar la debacle con unas elecciones anticipadas.

La jugada de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato del PSOE a las próximas elecciones generales sí le ha salido bien al PSOE. Cumplido el plazo para presentar candidaturas para las primarias en el partido, Rubalcaba no tiene rivales, hecho que no sorprende, después de aniquilar a Carme Chacón. Otra cuestión es si Rubalcaba es el hombre idóneo para hacer frente a Mariano Rajoy. Todo indica que la complejidad con la que el PSOE afrontará las elecciones generales necesitaba de un mártir político y lo ha encontrado en Rubalcaba. 

Chacón ha pasado a ocupar un segundo plano, pero quizá no por mucho tiempo. A la política catalana se le ha achacado falta de experiencia y rodaje político. A pesar de haber sido ministra, falta las tablas que da el debate político en el Congreso, el cara a cara, el cuestionamiento continuo, todas las miradas centradas en su persona. Y si todo sale como parece que será, un PSOE en la oposición, el grupo socialista podría tener en el Congreso de los Diputados a Chacón como cabeza visible y un Rubalcaba retirado de la política tras las elecciones. Cuatro años para ganar en aquello que se le ha criticado. 

Lo grave sería que el PSOE esté esperando datos positivos desde el punto de vista económico o de desempleo para estratégicamente, no nos olvidemos también de ETA, convocar las elecciones anticipadas. Sería tratar a los ciudadanos como borregos si piensan que con unos datos concretos se puede ocultar la gestión realizada durante cuatro años en el poder.  

Crece la indignación de los ‘indignados’

Este miércoles, los “indignados” catalanes mostraron la cara de lo que nunca debía convertirse este movimiento de protesta. Desde un principio dos amenazas rondan el llamado Movimiento 15-M: la instrumentalización que los partidos denominados de izquierda podían hacer del movimiento y, en segundo lugar, que los grupos antisistema se apropiasen del protagonismo por las vías de todos conocidas. Ejemplo de las dos vertientes la pudimos observar ayer. Por un lado, el líder de Izquierda Unida intentando introducirse en una de las protestas llevada a cabo por los “indignados”. La consecuencia fueron abucheos, insultos y agua por encima. Mal la respuesta de los indignados, pero oportunista la actitud de Cayo Lara. El segundo escenario se planteó en la entrada al Parlamento catalán donde centenares de “indignados” sobrepasaron el legítimo derecho a la protesta y manifestación para caer en la violencia verbal y física. 

Es cierto que la indignación aumenta a medida que las instituciones se constituyen con los nuevos miembros salidos de las elecciones autonómicas y municipales del pasado 22 de mayo. Los rumores de nuevos recortes y que éstos vayan dirigidos sobre los mismos también comienza a ser irritante. No es la primera vez que lo digo y lo seguiré diciendo en cuantos artículos sean precisos, los políticos deben dar ejemplo de austeridad, deben aplicarse de manera evidente para los ciudadanos que ellos son los primeros en saber responder ante la necesidad de ajustarse el cinturón. Queremos ver importantes recortes salariales en presidentes autonómicos, alcaldes, altos cargos, limitación en los gastos corrientes de viajes. Quiero ver cómo los dos máximos sindicatos de este país se ponen a la cabeza de la austeridad. Hasta que los ciudadanos no veamos clara y nítidamente ese paso que deben dar nuestros gobernantes, están desautorizados moralmente para pedirnos a los ciudadanos un esfuerzo más.

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