18 jun 2013

LA BURBUJA Y LA CORRUPCIÓN

La burbuja del sector inmobiliario en España ha provocado muchos males que estamos pagando con creces, unos más que otros, todo hay que decirlo. Constructores, promotores, banqueros, son algunos de los grupos más beneficiados del desmadre de este sector en nuestro país que cabalgó a sus anchas durante varios años. Pero para ello tiene que haber un actor imprescindible que dé lugar a este crecimiento desmesurado, coyuntural y ficticio. La administración pública facilitó con su mala actuación y su poco rigor y control que todo se fuese de las manos, más aún cuando los propios políticos vieron el filón de sacar tajada en beneficio propio. Por algo 35 ayuntamientos del Archipiélago canario cuenta con algún caso de corrupción urbanística.
La responsabilidad política es clara, pero no caigamos en el error de mirar solo para el político. Los ciudadanos hemos sido en muchas ocasiones permisivos con este tipo de actuaciones no castigando en las urnas al político con imputaciones gravísimas que, sin embargo, era votado por mayoría. Los ciudadanos tenemos que hacer también autocrítica y que la situación actual nos sirva de ejemplo para no cometer errores del pasado. Tenemos que volvernos exigentes con nuestros políticos y dejar bien a las claras que a la política se va a servir no a servirse. El que no esté dispuesto a ello, que se quede en su casa o no se meta en política.
Comentario aparte tiene los propios partidos políticos con sus integrantes cuando estos están bajo sospecha de corrupción. No deja de sorprenderme un hecho reciente en Telde, aunque la capacidad de sorpresa cada vez es menor por la falta de vergüenza que tienen algunos o algunas de nuestros políticos, exigentes con los demás, pero tremendamente laxos con los suyos. La Fiscalía de Canarias ha solicitado cinco años de prisión para la alcaldesa de Telde, María del Carmen Castellano, por malversación, fraude y falsedad, no obstante desde su propio partido (Partido Popular) se afanan en decir que Telde “no puede estar en mejores manos”. Este comentario, dicho por la diputada regional del PP Mercedes Roldós, muestra bien a las claras lo mucho que están los políticos de aprender la lección y la falta de respeto más absoluto por la labor de la Fiscalía.  

23 may 2013

LA AMENAZA DE AZNAR

La entrevista al expresidente José María Aznar en Antena 3 Televisión ha sido portada en todos los medios de comunicación y tema de debate en tertulias de análisis político y de actualidad. De todas las afirmaciones realizadas por Aznar, una ha provocado especial inquietud en la política nacional, no solo en la oposición, que le tiene respeto porque son conocedores de la capacidad de liderazgo de Aznar y de su tirón electoral, sino también en las propias filas populares.
De las críticas de la oposición se desprende más bien temor. El miedo a que regrese el que sacó a España de una situación delicada cuando entró a gobernar, si bien las críticas se centren más en sus últimos años de gestión y en la desastrosa idea de meter a España en aquel conflicto de Irak, haciendo seguidismo a la política de George W. Bush, y desoyendo a muchas voces dentro del propio partido y de la mayoría de los ciudadanos de este país. Pero en el PP también se ha producido cierta incomodidad. Aznar no solo abrió la posibilidad de regresar a la política activa, sino que lanzó críticas directas al Gobierno de Rajoy, muy duras por cierto.
No es comparable. La situación que se encontró Aznar cuando llegó al poder en 1996 nada tiene que ver con la situación actual de profunda crisis económica en la que se entremezclan muchos factores: la crisis financiera, el déficit público, la política de austeridad impuesta por la Unión Europea, el estallido de la burbuja inmobiliaria. Una mezcla de causas que han desembocado en un escenario desalentador cuya máxima expresión son los más de seis millones de parados. Y es que, precisamente, Aznar pudo echar mano de esa burbuja para salir de la compleja situación económica que España tenía en el 96. La construcción se convirtió en el sector estrella e impulsor de la economía de este país. Fue el principio de la burbuja que nos ha traído ahora tantos males. El problema en estos momentos es buscar un sustituto a este sector que acaparó tanta mano de obra. Quizá el señor Aznar tenga la respuesta y lo guarde celosamente, pero me temo que desde la barrera es fácil hablar.

16 may 2013

COMEDORES ESCOLARES EN VERANO, UNA NECESIDAD

El anuncio realizado por el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, en el último Debate de la Nacionalidad Canaria, de abrir cerca de 200 colegios este verano, con el objetivo de abrir también los comedores escolares e impulsar, por otra parte, el aprendizaje de idiomas, ha vuelto a ser tema de enfrentamiento político donde jamás debe haberlo al tratarse de la delicada situación por la que pasan miles de niños del Archipiélago que, por duro que resulte reconocerlo, tienen dificultades para comer, algo que parece difícil de concebir tan cerca de nosotros, pero que, sin embargo, ocurre. Directivos y profesores de algunos colegios son conocedores de primera mano de los problemas reales por los que pasan en estos momentos muchas familias canarias y cómo pueden verse aliviados, por ejemplo, con los comedores escolares.
Podemos criticar que el presidente del Gobierno de Canarias haya anunciado la idea sin tener todos los cabos bien atados, por lo complejo que es poner en funcionamiento los colegios en verano, entre otras cuestiones, las relativas al personal, organización de la logística necesaria para llevar a cabo los proyectos o el alumnado que entrará en estos programas. Muchos aspectos que sin lugar a dudas deberían haber sido consultados con todos los agentes y administraciones implicadas. Podemos incluso criticar que Paulino Rivero buscaba un golpe de efecto político en el Debate de la Nacionalidad y que su anuncio soltaba un ligero tufillo a improvisación. Pero más allá de ello, hay una realidad que se impone a toda consideración política: Canarias fue la comunidad donde más creció la pobreza entre 2008 y 2011, un 21 %, casi el triple de lo que lo hizo en el conjunto de España (8 %). Además, la tasa de paro de larga duración (más de un año desempleado), que mide la exclusión social, se ha multiplicado por 7 entre 2006 y 2013, y es más relevante en Canarias. A estos datos podemos seguir sumándoles otros como el número de familias con todos sus miembros en paro o el de parados que no cobran ningún tipo de ayuda ni subsidio.
Si estos datos no se merecen que la idea de abrir los comedores escolares en verano salga adelante, los políticos que busquen excusas para ello se han equivocado de profesión. Argumentos como los esgrimidos por algunos ayuntamientos, gobernados por cierto por el PP, son una burla a la inteligencia. Pueden criticar al presidente del Gobierno de que no era esa la forma de anunciarlo, que debía de haber hecho la propuesta previa reunión con todos los implicados, pero una vez realizada esa crítica, al minuto siguiente estar mostrando la plena disposición para ponerla en práctica. Evidentemente no es la solución al problema de raíz que tiene la sociedad canaria, pero muchos niños y familias lo agradecerán.