4 dic 2010

RIQUEZA FICCIÓN

España y Canarias se caracterizaron durante un periodo bastante prolongado de un crecimiento económico sin precedentes en la historia de este país. El Producto Interior Bruto español crecía por encima de la media europea un año sí y otro también. Incluso el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no dudó en alardear de ello en foros internacionales amenazando a Francia con que pronto superaríamos al país galo en renta per cápita y que con Italia ya lo habíamos conseguido. 

Pura ficción. España como país y sus ciudadanos vivían en una ficción que pronto chocaría de cara con la realidad. La crisis económica que afectó de manera global a todas las economías del mundo, se dejó sentir de manera muy distinta en cada país. España fue y es uno de los que peor parado ha salido, cierto es que hay otros en peor situación (Gracia o Irlanda), pero nosotros estamos ahí, al borde del precipicio nos guste o no. El paro ha llegado a unas cifras insospechadas en un principio y la situación se ha tornado bastante oscura en lo que llamábamos “estado de bienestar”. Miles de empresas cierran, expedientes de regulación de empleo a cada momento, recortes en los servicios públicos, reforma laboral y la próxima de pensiones… Como vemos la situación pinta fea, y lo peor es que no sabemos dónde está el final. 

El gasto desmesurado, el aparentar nuevos ricos, el adosado con el coche de alta gama pasarán a la historia. Ahora toca la realidad, no la ficción. El pinchazo de la burbuja inmobiliaria, culpable de buena parte de la crisis junto con la permisividad bancaria a la hora de otorgar créditos, ha dejado a muchos sin trabajo, endeudados y con pésimas perspectivas de futuro. En Canarias, ahora con unos índices de paro alarmantes, los jóvenes dejaban los estudios una vez concluida la edad obligatoria de escolarización para buscar dinero rápido trabajando en la construcción. Y lo conseguían, mientras otros estudiaban una carrera para ganar la mitad que ganaban ellos al terminarla. Era el mundo al revés, el peón de la construcción ganaba más dinero que el licenciado en una carrera universitaria. 

Pero, ¡ay amigo!, el tiempo pone a cada uno en su sitio. La crisis económica ha dejado al descubierto este tremendo fraude. Ahora miles de jóvenes canarios vagabundean día y noche sin una formación a la altura de las circunstancias. Y aquellos que sacrificaron años de su vida estudiando y formándose tienen la recompensa, al menos, muchas posibilidades de encontrar un trabajo. El sector de la construcción jamás será lo que era. Ni tan siquiera recuperando parte de lo que ha perdido en estos tres últimos años. 

Zapatero  y la crisis

El presidente del Gobierno de España merece un análisis extenso de la gestión que ha realizado de la crisis económica. No seré yo quien lo haga, pero si dejo algunos apuntes. Empezó mal negando una crisis que todas las instituciones nacionales e internacionales advertían que llegaba y cuyas consecuencias eran impredecibles. Continuó mal con una política de cheques electorales (cheque bebé, deducción de los 400 euros del IRPF) y planes ineficaces que lo único que hicieron fue disparar el gasto público. Ignorante de la gravedad de la situación, ausente de la realidad, tuvo que ser Estados Unidos y la Unión Europea quienes obligaron al Gobierno español a aplicar medidas de reducción del déficit público y de reactivación de la economía. Empeñado en su optimismo antropológico, Zapatero ve “brotes verdes” por todos lados, mientras que los demás ven incertidumbre y preocupación. 

Cierto es que la crisis en España está estrechamente ligada al ladrillo y que conoció sus años de esplendor con los gobiernos del PP. Pero no es menos cierto que todos nos aprovechamos de ello, también los ciudadanos. No hubo ningún ayuntamiento, de cualquier signo político, que no hiciese pingües beneficios con los terrenos localizados en su área. Autonomías, diputaciones, cabildos, izquierda, derecha, nacionalismos, todos comieron del pastel.

Ahora bien, la manera de afrontar el problema y la demagogia con la que lo ha hecho, ha dejado a Zapatero como el peor presidente para el peor momento de la economía española. Si conseguimos superar la crisis, sólo espero una cosa: que no se ponga medallas. Que se vaya por donde vino y con la boca cerrada.

1 comentario:

  1. Siempre he dicho que los españoles hemos tenido mala suerte con la crisis. Ha coincidido que en medio de la tormenta hemos tenido al timón a dos personas -iba a decir tontos en vez de personas- incapaces de manejar el barco: una al frente del gobierno y la otra al frente del primer partido de la oposición.

    Lo que ha hecho ZP ya lo hemos visto, está por ver lo que hará Rajoy pero pinta mal la cosa. Entre la poca capacidad que ha demostrado y el solar que le deja ZP, miedo me da 2012.

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